Para muchos, la fotografía es una manera de guardar recuerdos; para unos pocos es solo un papel con tinta y consideran que nada mejor que memorizar bien cada momento vivido; para otros, es una manera de expresar arte, y es que una persona puede posar para una foto o puede tomar una, pero solo una persona que entienda y vea el arte de cada momento, el arte de cada contraste, el arte de cada ángulo, el arte que hay en capturar un momento único que pueda expresar a cualquier espectador una sensación, solo aquellas personas conocen el verdadero sentido de la fotografía.
Actualmente la fotografía está considerada como un arte más, esto gracias a los llamados «artistas» que se han encargado de que la idea que vende la fotografía sea incluso más importante que la propia obra en sí, logrando de esta forma que el público mayormente solo note la primera impresión, solo perciba una idea sin mayor interpretación. A la fotografía artística hay que sentirla, hay que admirarla, más allá de su belleza debe hacernos cuestionar y plantear una serie de preguntas. Si no lo consigue sólo será una imagen más, observada y olvidada, como la mayoría las cuales imperan en este mundo creando una sociedad acostumbrada a ver, pero no a fijarse en las imágenes que están a nuestro alrededor.
La fotografía es arte libre y un buen artista construye imágenes compuestas por la estética de la espontaneidad y la instantaneidad. La fotografía es el soporte donde el autor expresa su discurso y no el objeto de adoración por su gama de colores y otros alardes técnicos o compositivos. Esta visión de la fotografía se basa en la década de los 60 cuando los artistas parecían más preocupados por el concepto y la idea que en la propia materialización de la obra.
Hay artistas que hacen uso de la fotografía para expresar sus emociones. Muchas de estas fotografías a lo mejor no son muy brillantes ni estética ni técnicamente, pero tienen un concepto muy potente, tal es la fuerza en la idea que hay detrás del trabajo que consigue contrastar las carencias estéticas de la imagen. Por otro lado nos encontramos imágenes realizadas por fotógrafos artísticos que son de tal belleza que se convierten en arte por si solas, por su hermosura y su perfecta realización a la hora de tomar la foto. Tomando en cuenta cada factor se concluye que una fotografía artística sólo será aquella que cumpla los dos requisitos, aquella que pueda ser evaluada tanto por su realización como por el concepto que quiere transmitirnos.
Redacción: Lourdes Carmona.
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